CD Lanzamiento MASSONICO presenta su segundo trabajo
- 05 de febrero de 2018

El trío argentino-chileno presenta "Morir en el intento" con una gran calidad de grabación.
Morir en el intento, el segundo trabajo del grupo argentino-chileno Massonico es un golpe certero de rock, en el que sobresale la honestidad, la potencia y la versatilidad de un power trío ajustado.
Una de las primeras cosas que se destacan del disco es la calidad de grabación. Esto es gracias a que sus 11 temas fueron grabados y mezclados en Studio Master por el prestigioso productor e ingeniero de sonido Barry Sage, conocido por sus trabajos con The Rolling Stones, New Order, Madness, Boy George y The Pet Shop Boys, entre otros. En tanto, la masterización estuvo a cargo de Scott Hull en Masterdisk.
Los golpes de batería a cargo de Mauricio Valenzuela que abren el álbum en “Fugitivo” dan la pauta de lo que vendrá: un trabajo galopante, que va hacia adelante con fuerza arrolladora. “Hay en tus ojos / vidas que no quieres revelar”, comienza cantando con ímpetu Marcelo Santolín, plantándose desde el comienzo. Con un tempo más bajo, pero manteniendo la intensidad, “Fuego en mi corazón” encara una posición honesta que gana fuerza de la mano de un estribillo emotivo con destino de estadio. Paso siguiente, un riff directo y vigoroso abre “Videntes de secretos”, una canción que dispara contra la vigilancia exacerbada. “Como bestias nos acechan / se alimentan de nuestra intimidad”, canta Santolín con tono de advertencia. Luego, con el par “Cicatrices” y “Veneno animal”, la banda muestra todo su espectro de capacidades: la primera baja el ritmo con cierto toque psicodélico que crece hasta alcanzar un tono heroico. En cambio, la segunda vuelve a llevarse todo por delante con firmeza gracias a otro riff memorable y un bajo punzante en manos de Sebastián Valenzuela.
“Morir en el intento” abre la segunda parte del álbum en el que la banda expande su sonido. Unas palmas, un punteo inquieto y un arreglo de teclado le dan un aire más pop, pero sin que se apague la llama del rock. Con la balada acústica “Te vi”, muestra su costado más melódico y emocional. “Ya no eres tú”, una canción que apunta contra las personas que cambian radicalmente, mantiene el ritmo tranquilo y levanta vuelo a medida que crece. “Tengo el alma encendida para actuar”, anuncia en “Tu piel”, un tema con aires funk en el que la banda vuelve a demostrar que sabe moverse por distintos géneros sin perder identidad. “Dueño del terror” anuncia el cierre del disco bien arriba, con un vuelo épico. El álbum termina con “La recompensa”, un folk electrificado y ansioso que revela que Massonico tiene grandes ambiciones y está dispuesto a morir en el intento por alcanzarlas.
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