Cuarto material de la banda del Sur que tiene como protagonista la naturaleza cósmica, hecha canción a través de sus elementos Luna y Sol, Rio y Fuego.

La luna, el sol, el río, el fuego. Las canciones de Fuego, el cuarto material de estudio de Feria de los Pájaros tiene como protagonista a la naturaleza cosmica. Y la música es el correlato sonoro: haciendo honor a su nombre, la banda de Avellaneda trabaja con una variedad de especímenes sonoros que no se enjaulan en ningún género y vuelan por el firmamento. 

El disco arranca con “Luna del 2000”, el primer single. La batería de Leonel F. Crets, las percusiones a cargo de Juampi Pugni y el bajo de Javier Maciel funcionan de base para que el guitarrista Javier Maciel lance punteos penetrantes y riffs potentes, mientras la voz señorial de Flavio Gabriel Colina se abre con una poética inquietante. “Durazno”, segundo tema, tiene aroma de fogón, gracias a su manto acústico y estrellado, que incluye una emotiva interpretación por parte del cantante. “Fuego”, en cambio, es una sorprendente canción instrumental, destacada por su juego de percusión que construye un escenario de rito pagano al aire libre.

Un riff sónico es el puntapié de “Vuelve el sol”, una canción con tensa, con ciertos toques psicodélicos. “Vuelve sol, vuelve luz, vuelve el mar”, repite el cantante como mantra mientras la percusión y la guitarra avivan las llamas. Para el cierre, “Never gonna give my name” retoma la sensibilidad melódica en una canción que parte de las flores y plantas y llega hasta el infinito.

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